Job 28
CIERTAMENTE{H3588} la plata{H3701} tiene{H3426} sus veneros{H4161}, y el oro{H2091} lugar{H4725} [donde] se forma.
El hierro{H1270} se saca{H3947} del polvo{H6083}, y de la piedra{H68} es fundido el metal.
A las tinieblas{H2822} puso término{H7093}, y examina todo{H3605} á la perfección{H8503}, las piedras{H68} [que hay] en la oscuridad{H652} y en la sombra de muerte{H6757}.
Brota{H6555} el torrente{H5158} de junto al morador{H1481}, [aguas] que el pie{H7272} había olvidado{H7911}: sécanse{H1809} luego, vanse{H5128} del{H4480} hombre{H582}.
De{H4480} la tierra{H776} nace{H3318} el pan{H3899}, y debajo{H8478} de{H4480} ella estará como convertida{H2015} en fuego{H784}.
Lugar{H4725} hay cuyas piedras{H68} son zafiro{H5601}, y sus polvos{H6083} de oro{H2091}.
Senda{H5410} que nunca{H3808} la conoció{H3045} ave{H5861}, ni{H3808} ojo{H5869} de buitre{H344} la vió{H7805}:
Nunca{H3808} la pisaron{H1869} animales{H1121} fieros, ni{H3808} león{H7826} pasó{H5710} por{H5921} ella.
En el pedernal{H2496} puso{H7971} su mano{H3027}, y trastornó{H2015} los montes{H2022} de raíz{H8328}.
De los peñascos{H6697} cortó{H1234} ríos{H2975}, y sus ojos{H5869} vieron{H7200} todo{H3605} lo preciado{H3366}.
Detuvo{H2280} los ríos{H5105} en su nacimiento{H1065}, é hizo salir{H3318} á luz{H216} lo escondido{H8587}.
Empero ¿dónde se hallará{H4672} la sabiduría{H2451}? ¿y dónde está el lugar{H4725} de la prudencia{H998}?
No{H3808} conoce{H3045} su valor{H6187} el hombre{H582}, ni{H3808} se halla{H4672} en la tierra{H776} de los vivientes{H2416}.
El abismo{H8415} dice{H559}: No está{H3808} en mí{H1931}: y la mar{H3220} dijo{H559}: Ni{H369} conmigo.
No{H3808} se dará{H5414} por oro{H5458}, ni{H3808} su precio{H4242} será á peso{H8254} de plata{H3701}.
No{H3808} puede ser apreciada{H5541} con oro{H3800} de Ophir{H211}, ni con onique{H7718} precioso{H3368}, ni con zafiro{H5601}.
El oro{H2091} no{H3808} se le igualará{H6186}, ni el diamante{H2137}; ni se trocará{H8545} por vaso{H3627} de oro{H2091} fino{H6337}.
De coral{H7215} ni de perlas{H1378} no{H3808} se hará mención{H2142}: la sabiduría{H2451} es mejor{H4901} que piedras preciosas{H6443}.
No{H3808} se igualará{H6186} con ella esmeralda de Ethiopía{H3568}; no{H3808} se podrá apreciar{H5541} con oro{H3800} fino{H2889}.
¿De dónde pues vendrá{H935} la sabiduría{H2451}? ¿y dónde está el lugar{H4725} de la inteligencia{H998}?
Porque encubierta{H5956} está á los ojos{H5869} de todo{H3605} viviente{H2416}, y á toda ave{H5775} del cielo{H8064} es oculta{H5641}.
El infierno{H11} y la muerte{H4194} dijeron{H559}: Su fama{H8088} hemos oído{H8085} con nuestros{H587} oídos{H241}.
Dios{H430} entiende{H995} el camino{H1870} de ella{H1931}, y él conoce{H3045} su{H1931} lugar{H4725}.
Porque{H3588} él{H1931} mira{H5027} hasta los fines{H7098} de la tierra{H776}, y ve{H7200} debajo{H8478} de todo el cielo{H8064}.
Al dar{H6213} peso{H4948} al viento{H7307}, y poner{H8505} las aguas{H4325} por medida{H4055};
Cuando él hizo ley{H2706} á la lluvia{H4306}, y camino{H1870} al relámpago{H2385} de los truenos{H6963};
Entonces{H227} la veía{H7200} él, y la manifestaba{H5608}; preparóla{H3559} y descubrióla{H2713} también{H1571}.
Y dijo{H559} al hombre{H120}: He aquí que el temor{H3374} del Señor{H136} es la sabiduría{H2451}, y el apartarse{H5493} del mal{H7451} la inteligencia{H998}.