Lamentazioni 5
ACUÉRDATE{H2142}, oh Jehová{H3068}, de lo que{H4100} nos ha sucedido{H1961}: ve{H7200} y mira{H5027} nuestro{H587} oprobio{H2781}.
Nuestra{H587} heredad{H5159} se ha vuelto á extraños{H2213}, nuestras{H587} casas{H1004} á forasteros{H5237}.
Huérfanos{H3490} somos{H1961} sin{H369} padre{H1}, nuestras{H587} madres{H517} como viudas{H490}.
Nuestra{H587} agua{H4325} bebemos{H8354} por dinero{H3701}; nuestra{H587} leña{H6086} por precio{H4242} compramos{H935}.
Persecución padecemos sobre{H7291} nuestra cerviz: nos{H587} cansamos, y no{H380} hay para nosotros{H6677} reposo{H5117}.
Al Egipcio{H4714} y al Asirio{H804} dimos la mano{H3027}, para saciarnos{H7646} de pan{H3899}.
Nuestros{H587} padres{H1} pecaron{H2398}, y son muertos; y nosotros{H587} llevamos{H5445} sus castigos.
Siervos{H5650} se enseñorearon{H4910} de nosotros{H587}; no{H369} hubo quien de su mano{H3027} nos librase{H6561}.
Con peligro de nuestras{H587} vidas{H5315} traíamos{H935} nuestro{H587} pan{H3899} delante del cuchillo{H2719} del desierto{H4057}.
Nuestra{H587} piel{H5785} se ennegreció{H3648} como un horno{H8574} á causa del ardor{H2152} del hambre{H7458}.
Violaron{H6031} á las mujeres{H802} en Sión{H6726}, á las vírgenes{H1330} en las ciudades{H5892} de Judá{H3063}.
A los príncipes{H8269} colgaron{H8518} por su mano{H3027}; no{H3808} respetaron{H1921} el rostro{H6440} de los viejos{H2205}.
Llevaron{H5375} los mozos{H970} á moler{H2912}, y los muchachos{H5288} desfallecieron{H3782} en la leña{H6086}.
Los ancianos{H2205} cesaron de la puerta{H8179}, los mancebos{H970} de sus canciones{H5058}.
Cesó{H7673} el gozo{H4885} de nuestro{H587} corazón{H3820}; nuestro{H587} corro se tornó{H2015} en luto{H60}.
Cayó{H5307} la corona{H5852} de nuestra{H587} cabeza{H7218}: ¡ay{H188} ahora{H4994} de nosotros{H587}! porque{H3588} pecamos{H2398}.
Por{H5921} esto{H2088} fué{H1961} entristecido{H1739} nuestro{H587} corazón{H3820}, por{H5921} esto{H428} se entenebrecieron{H2821} nuestros{H587} ojos{H5869}:
Por{H5921} el monte{H2022} de Sión{H6726} que está asolado{H8074}; zorras{H7776} andan{H1980} en él.
Mas tú{H859}, Jehová{H3068}, permanecerás{H3427} para siempre{H5769}: tu{H859} trono{H3678} de generación{H1755} en generación{H1755}.
¿Por qué{H4100} te olvidarás{H7911} para siempre de nosotros{H587}, y nos{H587} dejarás{H5800} por largos{H753} días{H3117}?
Vuélvenos{H7725}, oh Jehová{H3068}, á{H413} ti, y nos volveremos: renueva{H2318} nuestros{H587} días{H3117} como al principio{H6924}.
Porque{H3588} repeliendo nos{H587} has desechado{H3988}; te has airado{H7107} contra{H5921} nosotros{H587} en{H5704} gran{H3966} manera.