箴言 (しんげん) 2
HIJO{H1121} mío, si{H518} tomares{H3947} mis palabras{H561}, y mis mandamientos{H4687} guardares{H6845} dentro{H854} de ti,
Haciendo estar atento{H7181} tu oído{H241} á la sabiduría{H2451}; [si] inclinares{H5186} tu corazón{H3820} á la prudencia{H8394};
Si{H3588} clamares{H7121} á la inteligencia{H998}, y á la prudencia{H8394} dieres{H5414} tu voz{H6963};
Si{H518} como á la plata{H3701} la buscares{H1245}, y la escudriñares{H2664} como á tesoros{H4301};
Entonces{H227} entenderás{H995} el temor{H3374} de Jehová{H3068}, y hallarás{H4672} el conocimiento{H1847} de Dios{H430}.
Porque{H3588} Jehová{H3068} da{H5414} la sabiduría{H2451}, y de su boca{H6310} [viene] el conocimiento{H1847} y la inteligencia{H8394}.
El provee{H6845} de sólida sabiduría{H8454} á los rectos{H3477}: [es] escudo{H4043} á los que caminan{H1980} rectamente{H8552}.
[Es] el que guarda{H5341} las veredas{H734} del juicio{H4941}, y preserva{H8104} el camino{H1870} de sus santos{H2623}.
Entonces{H227} entenderás{H995} justicia{H6664}, juicio{H4941}, y equidad{H4334}, y todo{H3605} buen{H2896} camino{H4570}.
Cuando{H3588} la sabiduría{H2451} entrare{H935} en tu corazón{H3820}, y la ciencia{H1847} fuere dulce{H5276} á tu alma{H5315},
El consejo te guardará{H8104}, te preservará{H5341} la inteligencia{H8394}:
Para librarte{H5337} del mal{H7451} camino{H1870}, de los hombres{H376} que hablan{H1696} perversidades{H8419};
Que dejan{H5800} las veredas derechas, por andar{H3212} en caminos tenebrosos;
Que se alegran{H8056} haciendo{H6213} mal{H7451}, que se huelgan{H1523} en las perversidades{H8419} del vicio{H7451};
Cuyas veredas{H734} son torcidas{H6141}, y torcidos{H3890} sus caminos{H4570}.
Para librarte de la mujer{H802} extraña{H2213}, de la ajena{H5237} que halaga{H2505} con sus palabras{H561};
Que desampara el príncipe de su mocedad{H5271}, y se olvida{H7911} del pacto{H1285} de su Dios{H430}.
Por{H3588} lo cual su casa{H1004} está inclinada{H7807} á{H413} la muerte{H4194}, y sus veredas{H4570} hacia{H413} los muertos{H7496}:
Todos{H3605} los que á ella entraren, no{H3808} volverán{H7725}, ni{H3808} tomarán{H5381} las veredas{H734} de la vida{H2416}.
Para que{H4616} andes{H3212} por el camino{H1870} de los buenos{H2896}, y guardes{H8104} las veredas de los justos{H6662}.
Porque{H3588} los rectos{H3477} habitarán{H7931} la tierra{H776}, y los perfectos{H8549} permanecerán{H3498} en ella;
Mas los impíos{H7563} serán cortados{H3772} de{H4480} la tierra{H776}, y los prevaricadores{H898} serán de{H4480} ella desarraigados{H5255}.