Proverbi 4
OID{H8085}, hijos{H1121}, la doctrina de un padre{H1}, y estad atentos{H7181} para que conozcáis{H3045} cordura{H998}.
Porque{H3588} os doy{H5414} buena{H2896} enseñanza{H3948}; no{H408} desamparéis{H5800} mi ley{H8451}.
Porque{H3588} yo fuí{H1961} hijo{H1121} de mi padre{H1}, delicado{H7390} y único{H3173} delante{H6440} de mi madre{H517}.
Y él me enseñaba{H3384}, y me decía{H559}: Mantenga tu corazón{H3820} mis razones{H1697}, guarda{H8104} mis mandamientos{H4687}, y vivirás{H2421}:
Adquiere{H7069} sabiduría{H2451}, adquiere{H7069} inteligencia{H998}; no{H408} te olvides{H7911} ni{H408} te apartes{H5186} de las razones{H561} de mi boca{H6310};
No{H408} la dejes{H5800}, y ella te guardará{H8104}; ámala, y te conservará{H5341}.
Sabiduría{H2451} ante todo{H7225}: adquiere{H7069} sabiduría{H2451}: y ante toda{H3605} tu posesión{H7075} adquiere{H7069} inteligencia{H998}.
Engrandécela{H5549}, y ella te engrandecerá{H7311}: ella te honrará{H3513}, cuando{H3588} tú la hubieres abrazado{H2263}.
Adorno{H3880} de gracia{H2580} dará{H5414} á tu cabeza{H7218}: corona{H5852} de hermosura{H8597} te entregará{H4042}.
Oye{H8085}, hijo{H1121} mío, y recibe{H3947} mis razones{H561}; y se te multiplicarán{H7235} años{H8141} de vida{H2416}.
Por el camino{H1870} de la sabiduría{H2451} te he encaminado{H3384}, y por veredas{H4570} derechas{H3476} te he hecho andar{H1869}.
Cuando anduvieres{H3212} no{H3808} se estrecharán tus pasos{H6806}; y si{H518} corrieres{H7323}, no{H3808} tropezarás{H3782}.
Ten el consejo{H4148}, no{H408} lo dejes{H7503}; guárdalo{H5341}, porque{H3588} eso{H1931} es tu vida{H2416}.
No{H408} entres{H935} por la vereda{H734} de los impíos{H7563}, ni{H408} vayas{H833} por el camino{H1870} de los malos{H7451}.
Desampárala, no{H408} pases{H5674} por ella; apártate{H7847} de{H5921} ella, pasa{H5674}.
Porque{H3588} no{H3808} duermen{H3462} ellos, si{H518} no{H3808} hicieren mal{H7489}; y pierden{H1497} su sueño{H8142}, si{H518} no{H3808} han hecho caer{H3782}.
Porque{H3588} comen{H3899} pan{H3898} de maldad{H7562}, y beben{H8354} vino{H3196} de robos{H2555}.
Mas la senda{H734} de los justos{H6662} es como la luz{H216} de la aurora{H5051}, que va{H1980} en aumento{H215} hasta{H5704} que el día{H3117} es perfecto{H3559}.
El camino{H1870} de los impíos{H7563} es como la oscuridad{H653}: no{H3808} saben{H3045} en qué{H4100} tropiezan{H3782}.
Hijo{H1121} mío, está atento{H7181} á mis palabras{H1697}; inclina{H5186} tu oído{H241} á mis razones{H561}.
No{H408} se aparten{H3890} de tus ojos{H5869}; guárdalas{H8104} en medio{H8432} de tu corazón{H3824}.
Porque{H3588} son vida{H2416} á los que las{H1992} hallan{H4672}, y medicina{H4832} á toda{H3605} su carne{H1320}.
Sobre{H4480} toda{H3605} cosa guardada{H4929} guarda{H5341} tu corazón{H3820}; porque{H3588} de{H4480} él mana{H8444} la vida{H2416}.
Aparta{H5493} de{H4480} ti la perversidad{H6143} de{H4480} la boca{H6310}, y aleja{H7368} de{H4480} ti la iniquidad{H3891} de{H4480} labios{H8193}.
Tus ojos{H5869} miren{H5027} lo recto{H5227}, y tus párpados{H6079} en derechura delante de ti.
Examina{H6424} la senda{H4570} de tus pies{H7272}, y todos{H3605} tus caminos{H1870} sean ordenados.
No{H408} te apartes{H5186} á diestra{H3225}, ni á siniestra{H8040}: aparta{H5493} tu pie{H7272} del mal{H7451}.