Salmos 139
Al Músico{H5329} principal: Salmo{H4210} de David{H1732}. OH Jehová{H3068}, tú me has examinado{H2713} y conocido{H3045}.
Tú{H859} has conocido{H3045} mi sentarme{H3427} y mi levantarme{H6965}, has entendido{H995} desde lejos{H7350} mis pensamientos{H7454}.
Mi senda y mi acostarme has rodeado, y estás impuesto en todos{H3605} mis caminos{H1870}.
Pues{H3588} aun no{H369} está la palabra{H4405} en mi lengua{H3956}, [y] he aquí, oh Jehová{H3068}, tú la sabes{H3045} toda{H3605}.
Detrás{H268} y delante{H6924} me guarneciste{H6696}, y sobre{H5921} mí pusiste{H7896} tu mano{H3709}.
Más maravillosa{H6383} es la ciencia{H1847} que{H4480} mi capacidad; alta{H7682} es, no{H3808} puedo{H3201} comprenderla.
¿Adónde me iré{H3212} de tu espíritu{H7307}? ¿y adónde huiré{H1272} de tu presencia{H6440}?
Si{H518} subiere{H5266} á los cielos{H8064}, allí{H8033} estás tú{H859}: y si{H518} en abismo{H7585} hiciere mi estrado{H3331}, he aquí allí{H8033} tú{H859} estás.
Si tomare{H5375} las alas{H3671} del alba{H7837}, y habitare{H7931} en el extremo{H319} de la mar{H3220},
Aun{H1571} allí{H8033} me guiará{H5148} tu mano{H3027}, y me asirá{H270} tu diestra{H3225}.
Si dijere{H559}: Ciertamente{H389} las tinieblas{H2822} me encubrirán{H7779}; aun la noche{H3915} resplandecerá{H216} tocante á mí.
Aun{H1571} las tinieblas{H2822} no{H3808} encubren{H2821} de{H4480} ti, y la noche{H3915} resplandece{H215} como el día{H3117}: lo mismo [te son] las tinieblas{H2825} que la luz{H219}.
Porque{H3588} tú{H859} poseiste{H7069} mis riñones{H3629}; cubrísteme{H5526} en el vientre{H990} de mi madre{H517}.
Te alabaré{H3034}; porque{H3588} formidables{H3372}, maravillosas{H6381} son tus obras{H4639}: estoy maravillado{H6381}, y mi alma{H5315} lo conoce mucho.
No{H3808} fué encubierto{H3582} de{H4480} ti mi cuerpo{H6108}, bien que{H834} en oculto{H5643} fuí formado{H6213}, [y] compaginado{H7551} en lo más bajo{H8482} de{H4480} la tierra{H776}.
Mi embrión{H1564} vieron{H7200} tus ojos{H5869}, y en{H5921} tu libro{H5612} estaban escritas{H3789} todas{H3605} aquellas cosas que fueron luego{H3117} formadas{H3335}, sin{H3808} [faltar] una{H259} de ellas.
Así que ¡cuán{H4100} preciosos{H3365} me son, oh Dios{H410}, tus pensamientos{H7454}! ¡cuán{H4100} multiplicadas{H6105} son sus cuentas{H7218}!
Si los cuento{H5608}, multiplícanse{H7235} más que la arena{H2344}: despierto{H6974}, y aun{H5750} estoy contigo{H5973}.
De cierto{H518}, oh Dios{H433}, matarás al impío{H7563}; apartaos{H5493} pues de{H4480} mí, hombres{H582} sanguinarios{H1818}.
Porque{H834} blasfemias{H4209} dicen{H559} ellos contra ti: tus enemigos{H6145} toman{H5375} en vano{H7723} [tu nombre].
¿No{H3808} tengo en odio{H8130}, oh Jehová{H3068}, á los que te aborrecen{H8130}, y me conmuevo contra tus enemigos{H8618}?
Aborrézcolos con perfecto odio; téngolos por enemigos{H341}.
Examíname{H2713}, oh Dios{H410}, y conoce{H3045} mi corazón{H3824}: pruébame{H974} y reconoce mis pensamientos{H8312}:
Y ve{H7200} si{H518} hay en mí camino{H1870} de perversidad{H6090}, y guíame{H5148} en el camino{H1870} eterno{H5769}.